sábado, 28 de abril de 2012

Los gerentes simbólicos


Los gerentes simbólicos

La lectura se refiere a aquellos ejemplos de líderes que llevan la cultura organizacional a la mayor de sus expresiones, a ser una referencia para los procesos que se viven dentro de una organización así como a ser ejemplo de un referente de la cultura organizacional. Llamados gerentes simbólicos son aquellos que viven bajo ciertas características que promueven la cultura organizacional. Algunas de sus atribuciones las mencionaré a continuación.

Entre las principales características de un gerente simbólico está la de ser sensible a la cultura de la organización así como considerarla la clave del éxito de una empresa. Un gerente simbólico vive para expresar, ser sensible y fomentar la cultura organizacional, la lleva a cada uno de los empleados y la impregna en cada uno de los sistemas y procesos de la empresa.

Otra de las características de un gerente simbólico es la confianza que profesa a todos los empleados de la organización, fomentando la delegación de las responsabilidades siempre bajo los lineamientos que marcan los valores de empresa. Un gerente simbólico confía plenamente en la capacidad de dejar a su empleados tomar decisiones y ser representantes de la cultura empresarial, liderándolos para que ellos propongan soluciones y sean ellos mismos quienes crean y vivan una cultura organizacional.

En comparación a la práctica moderna, en donde existen gerentes que no se preocupan por fomentar la cultura organizacional sino en la efectividad y productividad de la empresa; existen elementos que difieren de lo que un gerente simbólico fomentaría. Por ejemplo, para un gerente convencional lo primordial es ser líder y encargarse de que el objetivo de la empresa se cumpla, a través de los procesos establecidos guía a los empleados a encaminarse a una forma de trabajo establecida, resuelve el mismo los problemas y se preocupa por la efectividad de la empresa. Un gerente simbólico tiene, de igual manera que uno convencional, como meta lograr que la empresa prospere, son embargo, su método es diferente ya que su prioridad es vivir la cultura organizacional, preocuparse por los empleados y por hacer de la organización un ambiente en donde conviven seres humanos por un bien común, buscando el bienestar de todos sus integrantes.

En diferentes casos específicos, existe una manera distinta de cómo se comportaría un gerente convencional, a diferencia de uno simbólico. Si tomamos por ejemplo, el caso de los despidos, en una organización que cuenta con un gerente convencional, sería probable que la responsabilidad de despedir a algún empleados fuera tomada por el mismo, y seguiría de igual manera un protocolo ya establecido para despedir a algún empleado. En una organización que cuenta con un gerente simbólico dicha situación no se resolvería de una manera tan sencilla, empezando por el hecho de un despido no debería estar ocurriendo, a menos que sea incluso responsabilidad del mismo gerente quien no ha sabido inculcar de manera apropiada la cultura organizacional, y la única razón para un despido podría ser el hecho de violar alguna norma establecida por los valores de la empresa.
Para ser un gerente simbólico exitoso, existen diferentes claves, la principal de ellas es vivir con la cultura, trabajar cada proceso regido bajo esa cultura y ver como el principal de sus problemas buscar fomentar los valores de la empresa en sus empleados. Los gerentes simbólicos se enfocan en los procesos de la empresa, utilizándolos para solucionar los problemas y en transmitir así los mensajes de la cultura.
Dentro de las organizaciones existen dentro de la misma cultura organizacional pequeñas subculturas, las cuales son formadas por pequeños grupos de personas con características en común. Éstas pueden ser formadas por los departamentos de la empresa, por personas del mismo nivel de escolaridad o socioeconómico o incluso por el sexo. Un gerente simbólico debe tomar en cuenta que estas pequeñas subculturas forman parte esencial de la empresa ya que éstas son capaces de moldear las creencias y determinar comportamientos.
La formación de estas subculturas dentro de un ambiente cultural débil pueden resultar nocivas, ya que en una empresa en donde no se viva una cultura organizacional establecida, se corre el riesgo de que las pequeñas subculturas puedan opacarla e imponer su propia cultura, en contra de los valores que sigue una empresa de sus orígenes. Si por el contrario, la cultura organizacional es fuerte y bien establecida, las pequeñas subculturas ayudan a la empresa a crear innovaciones que luego la encaminen a nuevos procesos y al éxito.


Respecto a lo que la cultura nos enseña sobre los gerentes simbólicos me parece que de nuevo se enfoca en concentrar la energía y atención del ambiente organizacional en un enfoque humanista, que se preocupe por la cultura de la empresa y el bienestar de sus empleados, en lugar de buscar únicamente la efectividad pronta y la recuperación de inversiones dejando de lado el desarrollo humano. Estoy de acuerdo con las prácticas que sugiere la lectura tenga un gerente simbólico, que seguramente mejorarían el ambiente organizacional y  a la larga determinarían la efectividad de una organización.

Sandra Macías

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