jueves, 26 de abril de 2012


Los gerentes simbólicos. Administración de la cultura.

Los gerentes simbólicos son los que se encargan de moldear la cultura vigorosa de las compañías piensan en los valores, héroes y rituales  de la cultura.

Existen diversos factores que los distinguen por ejemplo:

Son sensibles a la cultura y a su importancia para el éxito a largo plazo, se refiere a que todo el tiempo están reforzando la cultura de la organización en todo momento.

Tienen un nivel más alto de confianza en sus compañeros empleados y confían en estos correligionarios  culturales para asegurar el éxito, ellos sustentan el éxito en quienes los rodean, asumen un alto grado de responsabilidad, refuerzan las creencias.

Se consideran personajes, autores de guiones, actores y directores en el drama cotidiano de los asuntos de la compañía, se considera que ningún actor dentro de la trama que se vive día a día dentro de la compañía es pequeño, todo lo que pasa es una gran escena que necesita ser revisada.

En cuanto a toma de decisiones estratégicas, los altos gerentes contratan consultores externos para que realicen los análisis definitivos, el gerente simbólico delega las decisiones en otro miembro de la cultura, algunas veces establecen un comité de gobierno integrado por cinco ejecutivos muy respetados, de la compañía ya jubilados. 

En el control de costos, un gerente simbólico dedicaría su tiempo personal a las funciones en que estuvieran subiendo los costos, para entender plenamente cuales eran los costos; delegaría la responsabilidad específica de la reducción de costos y la fijación de metas en los miembros de la cultura, los empleados que están precisamente en el lugar de los hechos. Tienen muy buena y detallada comprensión de la cultura y del papel que desempeñan en ella y tienen el valor de vivir según sus convicciones.

Vivir con la cultura. En el caso de un nuevo producto importante cuyas ventas no se están realizando según lo pronosticado, su reacción estaría hecha de acuerdo a las normas de cultura, el gerente simbólico debe estar muy consciente de reforzar rápidamente el mensaje y conocer bastante bien su propia cultura.

Los gerentes machos apoyan a las estrellas. En situaciones de enfrentamientos o diferencias entre las estrellas, los gerentes simbólicos se limitan a permitir que cada uno vaya a encontrar la solución en su propia dirección, al estimularlos a correr riesgos, él o ella están reafirmando la cultura. La labor del gerente es forzar al grupo a llegar a un consenso, cuando todos conocen los valores están dispuestos a aceptar la derrota si esta llega a pasar.

Los gerentes trabajadores-jugadores aprovechan el ritmo frenético. Un buen gerente simbólico es un implacable y activo conductor del grupo que soluciona los problemas, hace muchas preguntas indagatorias para tener la seguridad de que se tomen en cuenta los datos correctos. “Es nuestra energía y nuestro esfuerzo conjunto lo que hace que la máquina marche”. 

Los apostadores se aseguran que todas las bases estén cubiertas. Un buen gerente simbólico, presentará un informe detallado de cómo resolver el problema, instrumenta esta forma de abordar la situación del problema del grupo especializado de tarea para reforzar el sentido de deliberación en el proceso de toma de decisiones. “Lo vamos a hacer bien porque no podemos correr el riesgo de cometer un error”. 

Los gerentes de la cultura del proceso administran a través del procedimiento. Un buen gerente de una cultura de proceso cultivará muchos contactos externos para tener la certeza de conocer bien los problemas con tiempo suficiente, para resolverlos, la solución adoptada se convertirá en nuevo proceso, el gerente se mostrará muy paciente mientras el nuevo procedimiento surge efecto.

La obtención de la atención de la cultura. Un buen gerente simbólico decidirá deliberadamente salirse de la cultura cuando reconoce que una debilidad de esa cultura puede provocarle problemas serios, se fijará como objetivo la elaboración de un plan para lograr que la atención de la cultura se enfoque sobre el suceso.  En una cultura de proceso es útil sacar del proceso normal a los actores clave y colocarlos en un cargo de tiempo completo para que busquen la solución del problema.

El trabajo con grupos de personas: las subculturas y las cábalas. Siempre que los empleados compartan valores comunes, lo más probable es que cada cultura pueda lograr una amistosa y efectiva solución del problema. Todas las compañías tienen subculturas, particularizan los aspectos especiales del ambiente del negocio; cada uno tiene su propio ambiente pertinente y su propio panorama del mundo, si la cultura general de la empresa no es vigorosa, las guerras culturales pueden casi paralizar la productividad. En una compañía de cultura vigorosa, los subgrupos, no causan problemas porque los valores y creencias generales son muy fuertes. Lograr el equilibrio de las diferencias legítimas que existen entre las subculturas y la cultura corporativa en conjunto, es una de las labores más arduas del gerente simbólico. 


Estimular a cada subcultura para enriquecer su propia vida cultural. En lugar de temer que las subculturas se disgreguen, un gerente simbólico tratará de fortalecer cada una de ellas como una cábala efectiva dentro de la cultura general.

Esforzarse por que las subculturas y las cábalas comprendan los problemas de otros. Una estrategia típica de un gerente simbólico, es la de asignar equipos sacados de cada una de las subculturas que están en conflicto.

Indicar cómo se enriquece más la cultura general con la fuerza de la subcultura. El gerente simbólico hará un especial esfuerzo por indicar como cada subcultura aporta fuerzas y valores singulares a la cultura general.

El valor de un gerente simbólico. Tienen el valor necesario para poner en práctica sus convicciones e igualmente el valor que les comunica su confianza en las personas que los rodean. Es difícil, se requiere valor y compromiso con los valores de la cultura. La dificultad de manejar la cultura palidece, sin embargo, en comparación con los problemas inherentes  a otros cambios culturales. 


Como conclusión, podemos observar la importancia que tienen los gerentes simbólicos, pues gracias a ellos la cultura organizacional de cada empresa o compañía va adquiriendo importancia, tradición y seriedad. Son ellos quienes tienen las bases y las herramientas para asegurarse que los procesos dentro de cada empresa se sigan, evitando discusiones, dando prioridad a la calidad humana, son ellos quienes refuerzan los valores, las tradiciones, costumbres que logran hacer un equilibrio entre las culturas y subculturas que encontramos en cada empresa.
Los gerentes simbólicos son fundamentales en la resolución de problemas o conflictos, pues gracias a su capacidad de análisis y confianza entre sus mismos compañeros, aprenden y realizan actividades que ayudan al desarrollo de la compañía, guían a los colaboradores a llevar un desempeño que sea optimo y benéfico para la empresa, para los compañeros y para ellos mismos, ayudándolos a la resolución de conflictos.
Un gerente simbólico tiene gran responsabilidad, compromiso, confianza y análisis dentro de cada empresa. 


Mariana Camargo Montoya 8552
Comunicación Social
Universidad de Celaya


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