Dimensiones
de la cultura organizacional:
Innovación
y riesgos.
Estabilidad.
Atención
a detalles.
Energía
Orientación
a equipos.
Orientación
a resultados.
La
cultura de una organización está constituida por una red de símbolos o
costumbres que guían y modulan, en distinto grado, los comportamientos de
quienes trabajan en ella y, sobre todo, de las personas que se van
incorporando. Estos elementos simbólicos se manifiestan en todos los niveles y
departamentos de la organización, desde las relaciones personales y sociales
hasta las normas de contabilidad.3 Mediante los elementos simbólicos de la
cultura, la organización y sus miembros establecen procesos de identidad y
exclusión. La cultura organizacional tiene varios efectos sobre el
comportamiento de sus miembros. En primer lugar, en los procesos de atracción y
selección, lo que perpetua aún más la cultura existente. También tendrá efectos
sobre los procesos de retención y rotación voluntaria, de manera que en la
medida que haya una mayor correspondencia entre los valores de los trabajadores
y la cultura organizacional, mayor será el compromiso del trabajador hacia la
organización, y menor la tasa de rotación o abandono voluntario. Los estilos de
liderazgo y toma de decisiones se verán también afectados por contingencias
culturales así como las conductas emprendedoras. En su definición más amplia,
la cultura organizacional es la prioridad que asigna la organización a
distintas cosas. Algunas de las prioridades son asignadas en forma explícita.
Por ejemplo, en la "misión" formal de la organización, mediante su
estructura organizacional, en sus cursos de adiestramiento, o por la fuerza y
relevancia que se le da a distintos departamentos o grupos. Otras son
implícitas: las creencias y premisas que todos los empleados comparten y
acatan, formando lo que se conoce como "así hacemos las cosas por
aquí". La cultura de una organización se va formando por distintas vías.